Cosmética convencional, natural y ecológica

Muchos consumidores cuestionan el valor de la cosmética ecológica. ¿Son tales productos mejores o peores que los cosméticos convencionales? ¿La certificación tiene alguna relación con la calidad?.

Te proponemos el siguiente ejercicio mental para ver si sabes distinguir los tres tipos de cosmética: convencional, natural y ecológica.

Vas a realizar tu compra semanal a el supermercado y debes elegir entre estos tres aceites de oliva para elaborar tus platos:

• Aceite de orujo refinado.
• Aceite de oliva.
• Aceite de oliva virgen extra ecológico.

¿Cuál te parece más sano y de mejor calidad? ¿Cuál habrá empleado disolventes orgánicos y generado más residuos? ¿Y cuál será más caro?. ¡Enhorabuena!, acabas de diferenciar los tres tipos de cosmética. Símiles aparte, vamos a verlo con más detalle.

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La cosmética no deja de ser una industria, y como tal, se rige por las reglas del mercado. El coste de las materias primas, margenes de beneficio y compromiso ambiental marca las cuatro grandes diferencias entre la cosmética convencional, natural y ecológica:

1.  Calidad y seguridad

La cosmética convencional contiene sustancias químicas, muchas de ellas derivadas del petróleo, más económicas pero también más agresivas para la piel. Pudiendo generar problemas de salud a largo plazo. “Hay numerosos productos químicos cuestionables (parabenos, fenoxietanol, BHT, etc), que incluso estando aprobados, múltiples fuentes científicas señalan como inseguros”.

2.  Eficacia

En cosmética convencional el contenido de principios activos siempre será bajo. Recuerda, su prioridad es obtener el máximo beneficio a mínimo coste de producción.

3.  Impacto ambiental

La cosmética ecológica minimiza los residuos contaminantes (plásticos, disolventes, detergentes, etc.) porque está comprometida con el medio ambiente. La cara opuesta de una cosmética convencional sintética y “plastificada”.

4.  Precio de las materias primas

Como en el ejemplo anterior todos sabemos que un aceite de oliva virgen extra ecológico tiene un sobre coste respecto a un aceite estándar; para cosmética es igual. Debido a los pasos y gastos asociados con este tipo de producción se incrementa su precio final. Tú debes valorar si estás dispuesta a pagar por ese extra de seguridad y calidad.

Cosmética convencional

La cosmética convencional es un producto industrial de consumo al por mayor. Literalmente se “extrae de la tierra” pues está formulada mayoritariamente con ingredientes químicos derivados del petróleo. Igualmente, no repara en la generación de residuos contaminantes durante su producción y posterior comercialización. Su objetivo es obtener el máximo beneficio económico.

Destacan los siguientes ingredientes:

• aceites minerales (Petróleo / Parafina / Aceite mineral).
• conservantes sintéticos (Parabenos / Fenoxietanol / Imidazolidinyl urea).
• solubilizantes y emulsionantes sintéticos (PEG40 / PEG200 / PEG35).
• antioxidantes sintéticos (BHT / Acetato de tocoferilo).
• fragancias y perfumes sintéticos (Parfum).
• materias primas procedentes de animales sacrificados (Médula / Placenta).

Es una cosmética simple, que busca un efecto inmediato de falsa hidratación al crear una barrera impermeable sobre la superficie de la epidermis gracias a los aceites sintéticos. No deja de ser una forma elegante de ponerse vaselina en la cara.

Además, su concentración en principios activos suele ser muy baja para minimizar costes. Puedes comprobarlo al leer su listado de ingredientes y comprobar como los extractos y aceites naturales están al final de la lista.

En resumen, son productos que no aportan ningún beneficio a tu piel y a largo plazo pueden traer problemas de salud (trastornos hormonales, hiperpigmentación, erupción e irritación cutánea, etc).

Cosmética natural

Según la norma UNE-ISO 16128:2019 sobre cosméticos que marca las “Directrices sobre definiciones técnicas y criterios para ingredientes y productos cosméticos naturales y orgánicos”, un cosmético natural es aquel formulado con ingredientes cosméticos obtenidos solo de plantas, hongos, algas, animales, microorganismos o minerales, incluidos los obtenidos de estos materiales por:

• procesos físicos (molienda, secado, destilación, etc.).
• reacciones de fermentación que ocurren en la naturaleza y conducen a moléculas que ocurren en la naturaleza.
• otros procedimientos de preparación, incluidos los tradicionales (ejemplo: la extracción con disolventes) sin modificación química intencional.

Los ingredientes obtenidos de los combustibles fósiles están excluidos de la definición.

Como puedes ver el término natural prácticamente engloba todo, menos evidentemente los derivados del petróleo tan usuales en cosmética convencional. Una planta cultivada con fertilizantes, herbicidas y pesticidas originaria de China es tan natural como una criada en la Soria por medios y sistemas sostenibles y libres de químicos y pesticidas.

Por ello nace la siguiente categoría: cosmética ecológica. Mucho más restrictiva y que asegura origen, cultivo y producción respetuosa con el medio ambiente.

Cosmética ecológica

La cosmética ecológica se diferencia porque, además de emplear ingredientes naturales, estos se han producido siguiendo los criterios para la agricultura ecológica que establece el Reglamento europeo de agricultura ecológica (CE) n°834/2007: “La producción ecológica es un sistema general de gestión agrícola y producción de alimentos que combina las mejores prácticas ambientales, un elevado nivel de biodiversidad, la preservación de recursos naturales, la aplicación de normas exigentes sobre bienestar animal y una producción conforme a las preferencias de determinados consumidores por productos obtenidos a partir de sustancias y procesos naturales. Así pues, los métodos de producción ecológicos desempeñan un papel social doble, aportando, por un lado, productos ecológicos a un mercado específico que responde a la demanda de los consumidores y, por otro, bienes públicos que contribuyen a la protección del medio ambiente, al bienestar animal y al desarrollo rural.”

Según el estándar internacional COSMOS un cosmético ecológico debe cumplir:

• uso responsable de los recursos naturales y desarrollo del concepto de química verde: selección y producción de materias primas debe respetar y preservar el biotipo. Los envases y embalajes deben ser biodegradables o reciclables.
• cruelty-free: los productos no pueden ser ensayados sobre animales.
• política de información: la comercialización debe respetar al consumidor dándole una información clara, exhaustiva y transparente sobre el producto, desde los ingredientes hasta el producto final.
• respeto de la biodiversidad (ejemplo: población abejas y demás polinizadores).
• ausencia de ingredientes petroquímicos (a excepción de los conservantes autorizados): Prohíbe las materias primas animales, los aceites minerales (paraffinum), los aceites sintéticos (siliconas), los perfumes y los colorantes sintéticos. Limita el uso de tensioactivos de síntesis y el uso de conservantes sintéticos (parabenos, fenoxietanol).
• ausencia de OGM (organismos genéticamente modificados)